Los niños están distraídos
Después de un exhausto día de trabajo, Apo regresó a su residencia casi arrastrando los pies. Tuvo llamado a las cinco de la mañana para grabar una escena en la que su personaje protagónico tenía un momento de reflexión bajo el amanecer y más tarde, ya en el estar de ese sentimiento reflexivo, también hizo otras más sentimentales. Entonces, doce horas después, tenía los ojos un poco hinchados y un ligero dolor de cabeza.
Ingresó la clave para abrir la puerta. No alcanzó a poner siquiera un pie adentro de la casa cuando sobre él se arrojaron dos pequeñas bolas risueñas.
―¡Papi! ―Sun gritó emocionado al ver a su padre. El niño traía puesto un pijama de dinosaurio―. ¡Te extrañamos, papi! ―dijo Moon, también en pijama, pero de Hello Kitty.
Se escucharon unos pasos más adentro y Mile se asomó con una sonrisa igual de grande a la de sus hijos y con un gorro de conejo que le obligaron a usar. Se acercó hasta abrazarlo y darle un suave beso en los labios con los niños todavía entre ellos―. Bienvenido a casa. ¿Cómo estuvo tu día?
Apo cargó a Sun y Mile a Moon para llevarlos a la sala de cine y que continuaran viendo su película favorita. Mientras tanto, ellos se fueron a la cocina donde Mile calentó la comida para Apo―. Fue bien. Algunas tomas se repitieron más veces de las necesarias así que no hubo oportunidad de comer y ahora me duele la cabeza, ¿y a ti? ―tomó el platillo humeante y probó un bocado generoso.
―Tuve junta con un inversionista que se alargó hasta después del mediodía y revisé unas discrepancias en el centro comercial de Kalasin. Después pasé por los niños al preescolar ―mientras hablaba se acercó a Apo y se sentó a su lado, muy cerca. Sus manos se alargaron para tocarlo. Lo extrañó todo el día.
Cuando están trabajando juntos las horas sin verse disminuyen, pero desde hace años Mile pasa un poco más de tiempo inmiscuido en los negocios familiares y su trabajo como productor musical que en la actuación. Por su parte, y siendo unas de sus grandes pasiones, Apo se volcó por completo en la actuación, pero ya no aceptaba papeles tan seguidos pues quería pasar más tiempo con sus hijos y priorizar su crianza junto a Mile.
Conversaron un poco más y después de que Apo terminara su comida y llevara su plato al fregadero, Mile lo abrazó por atrás y enterró su rostro en la nuca de su esposo. Inhaló su aroma y exhaló con satisfacción. Las manos de Mile rodearon la cintura de Apo y lo volteó para quedar cara a cara.
—De verdad te extrañé mucho —besó su mejilla.
Sus manos se volvieron un poco traviesas y bajaron hasta las nalgas de Apo. Aprovechó para darles un suave apretón. Apo jadeó por la sorpresa y luego soltó una risilla traviesa antes de abrazar a Mile por el cuello.
—Yo también te extrañé. Hoy lloré mucho y no estuviste ahí para darme cariño ni para comprarme postres.
—¿No te tenían postres en el estudio de grabación?
—Bueno... sí, pero no saben tan ricos como cuando tú me los das —hizo un puchero.
Mile le copió el gesto —. ¿Sólo los postres? —se volvió pícaro.
—No. También los besos —se acercó a su boca—. Me gusta cuando eres tú quien me los da; tan posesivos, dulces y delicioso.
Mile sonrió por sus palabras y cerró la poca distancia que separaba sus labios. El beso comenzó lento para saborear la boca del otro, con pequeños mordiscos y dulces succiones. Después, así como las manos comenzaron a moverse para acariciar el cuerpo del otro, sus bocas y lenguas se mezclaron con mayor ímpetu hasta quedarse sin aliento y acelerarles el corazón.
Cuando se separaron, los ojos de Apo estaban brillantes con un antojo a cuestas. El aliento caliente y húmedo de ambos se mezcló en cada respiración. Apo atrajo a Mile para pegar su pelvis con la suya. Las erecciones de ambos se presionaron y un familiar y exquisito cosquilleo les recorrió las piernas.
Se volvieron a besar, con más ganas y deseo que antes. Apo bajó a repartir varios besos en el cuello de Mile y aprovechó pícaramente para dejarle algunas marcas rojas que en la piel pálida de Mile cobrarían mayor intensidad. Este, en respuesta, desabrochó su pantalón y metió las manos para tomarlo de las nalgas, las cuales separó con la intensión de comenzar a prepararlo...
—Espera —a Apo le salió la voz estrecortada—, estamos en la cocina.
—No es la primera vez que lo hacemos aquí —le recordó las multiples ocasiones que tomaron "el desayuno".
—Lo sé —gimió por lo bajo cuando sintió los dedos de Mile estimularlo—. Los niños...
—Los niños están distraídos.
Apo se mordió el labio, contrajo las cejas y vio a Mile con una mirada ardiente y llena de exitación cuando este alcanzó su lugar favorito y las piernas se le aflojaron. Tuvo que agarrarse de los hombros de Mile para no caer, pero este no le dio oportunidad y continuó atormentándolo deliciosamente.
Apo tomó una bocanada de aire con esfuerzo y a punto de gemir el nombre de Mile, como a él le gustaba, escuchó un:
—¿Papi?
El ambiente erótico se rompió en un segundo y el corazón se les detuvo. De inmediato voltearon hacia donde provino el sonido para encontrar a Sun de la mano de Moon mientras uno sostenía un peluche y el otro arrastraba una cobija de gatitos.
—¿Qué hacen? —la voz infantil y adormilada de Moon preguntó inocente.
Mile sacó las manos del pantalón de Apo y este se apuró a abrochárselo. Por fortuna, la isla del comedor ocultó por completo las travesuras que estaban haciendo y los niños no pudieron ver nada.
—¿Por qué papi está llorando? —le preguntó Sun a Mile refiriéndose los ojos llorosos de Apo.
—Uh... Papi lloró porque estaba feliz —se apresuró a lavarse las manos para acercarse a los niños y cambió de tema en lo que Apo espabilaba—. ¿Terminó la película? —carraspeó para aclarar su voz.
—No, pero nos aburrimos, ¿verdad, Moon?
—Síp. Queríamos divertirnos con papis —dio una sonrisa tierna.
Apo y Mile compartieron una mirada en la que pautaban terminar de "jugar" después. Cargaron a los niños y caminaron ahora hasta la sala de juegos.
Al día siguiente, cuando Apo llegó al estudio de grabación encontró una gran variedad de postres a su disposición, todos sus favoritos y una nota que decía: "Disfrutalos. Tu esposo te ama".
Comentarios
Publicar un comentario